Como experta en Recruiting y Talent Management siempre me hacía la misma pregunta:
¿Por qué los candidatos no leen las ofertas de empleo? Hablo con ellos en un primer contacto telefónico y no se han enterado de casi nada.
Yo creía haberlo explicado todo bien en mi post. Con ese lenguaje corporativo que no era capaz de tragar ni yo, dando un montón de detalles que salían de una plantilla a la que hacías modificaciones mínimas para ajustarla al puesto que estabas buscando.
En cada oferta colocabas un párrafo estandar, larguísimo, lleno de información poco interesante y poco relevante, que nadie llegaba a leer. Todos los párrafos juntos en un bloque infumable. En inglés y en español.
La empresa es la leche. Es importantísima, tiene mucho prestigio, todos tienen que estar locos por trabajar aqui. No hay necesidad de esforzarse mucho.
Así que la empresa con toda su arrogancia, cuenta su película. Que está en el ranking no se cuántos de la revista tal. Que ha doblado su facturación el último año. Que son exigentes y solo contratan a los mejores candidatos. Que llevan 753 años en el sector.
Bla, bla, bla.
Una película que no resuena en la cabeza del candidato ideal. Por eso los candidatos rara vez leen el detalle de las ofertas de trabajo, especialmente aquellos candidatos de «alta empleabilidad», que tienen un perfil goloso y demandado en el mercado. Porque lo que leen no conecta con sus intereses. No les emociona, no dibuja nada en sus cabezas.
Es como cuando alguien quiere ligar contigo y el primer día se tira dos horas hablando de sí mismo. ¿A qué dan ganas de salir corriendo? Pues lo mismo le pasa a un candidato cuando le cuentas cosas que solo te interesan a tí como empresa.
Bueno, pues eso, que ahí tienes la respuesta: los candidatos no se leen las ofertas de empleo porque salvo rara excepción, son muy aburridas y no hacen clic. No son sexys.
Para hacer ese clic, tienes que usar un buen copywriting o escritura persuasiva. Es decir, escribir textos que capten la atención de tu candidato ideal y le animen a tomar la acción de responder a tu oferta de empleo o al email de contacto que le acabas de enviar.
Entonces, ¿cómo redactar una (buena) oferta de empleo?
Pues tal y como lo harías si quisieras vender cualquier producto o servicio. A fin de cuentas, un empleo es una promesa de futuro, de oportunidades y de beneficios para tu candidato ideal. Escribe para ese cliente ideal y olvídate por un ratito de lo que tú quieres contar: escribe lo que hay en la cabeza de ese candidato al que necesitas incorporar en tu plantilla.
¿Por qué? Porque una oferta bien escrita, dirigida a la cabeza de tu candidato, puede hacer la diferencia entre un candidato que responde a tu demanda o decide irse con tu competencia.
¿Cómo redactar una oferta de empleo que funcione?
1.- Define a tu «candidato persona» o candidato ideal.
De esto hablo con detalle en este post. Pero la idea es que entiendas para quién escribes. No se trata de creencias, ni de lo que tú piensas que tu candidato quiere o desea. No, se trata de tener información real y objetiva sobre el target hacia el que te diriges. Porque a partir de toda esa información podrás escribir un anuncio de empleo que conecte emocionalmente con esa persona.
Sin conexión emocional no hay enganche. Si no hay enganche desde la primera frase, es poco probable que los candidatos continuen la lectura.
Ponte a investigar para concer el perfil de tu candidato ideal, pues.
2.- Personaliza el texto.
Seguro que prefieres cuando un candidato envía una solicitud personalizada para un puesto concreto. Y si se dirige utilizando tu nombre, ya es música para tus oídos. Pues al candidato le pasa lo mismo a la inversa. Intenta ser cercano, hablar en su idioma y que el anuncio esté dirigido a él.
No te digo que no uses un plantilla, especialmente si vas con la lengua afuera de trabajo, pero personaliza todo lo posible. Ese tiempo que empleas en redactar una oferta que explote en la cabeza de tu candidato ideal, es tiempo que te vas a ahorrar en frustraciones y disgustos varios, sobre todo cuando ya vayas fuera de plazo para cubrir tus vacantes.
Mejor esforzarte un poco que vivir con la soga al cuello.
3.- Comunica rápido el beneficio principal de trabajar contigo.
Es mentira que la gente no lee en internet. Sí que leemos, pero solo lo que nos interesa. Es verdad que la personas tendemos a escanear antes que a leer en profundidad, pero si colocas un mensaje de venta que comunique lo antes posible ese beneficio tan deseado, tienes grandes probabilidades de que lean la oferta o el email que has enviado hasta el final.
4.- Usa palabras sencillas.
No hace falta utilizar un vocabulario rebuscado. Puede que tu cliente ideal sea una persona con muchos estudios, master y doctorados, pero aún así, si va justo de tiempo como la mayoría, agradecerá palabras cortas y sencillas que le permitan leer y comprender rápido.
Usa un vocabulario que pueda entender una persona de 13 años. Muchos estudios demuestran que son los textos que más éxito tienen y que más se leen.
5.- Usa párrafos cortos.
No metas bloques de texto, porque no invitan a leer. Usa párrafos cortos, que faciliten la lectura. Los párrafos no deberían tener más de tres frases, para que la lectura sea limpia.
Escribe de la forma más concisa posible.
6.- Usa elementos visuales, como imágenes y vídeos, sin abusar.
Es más fácil captar la atención de un lector, si el texto va a acompañado de algún contenido visual. También se capta mejor la información cuando las palabras van acompañadas de fotos o vídeos.
Pero no llenes tu mensaje de fotos o de emojis. Eso no, que recarga el contenido y no es atractivo.
7.- Valora cómo funcionan tus anuncios o mensajes de captación de candidatos con cierta frecuencia.
Y por último, mide. Modula y haz los cambios necesarios.
Si necesitas a una experta en Talent Management y Copywriting que redacte tus contenidos de Recruiting, ponte en contacto conmigo.
Pasa un feliz día.
Susana.
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